Consejos para madres: ¿Cómo hablo de la resurrección de Jesús con mis hijos?
- Yeimy de Robainas
- 15 abr
- 5 Min. de lectura

Si hay un deseo común en las madres cristianas, es que sus hijos puedan creer y conocer por sí mismos al Señor Jesucristo. Si bien, es cierto que no podemos hacer que nuestros hijos crean y sean salvos, sí estamos llamadas a presentarles las buenas nuevas de salvación en Cristo. Para eso, necesitamos predicarles los hechos centrales del Evangelio.
Uno de estos hechos fundamentales es la resurrección de Jesús. Éste no es cualquier suceso, es uno trascendental en la fe cristiana, uno que es grandioso y sobrenatural, y se necesita de la fe dada por Dios mismo para creerlo. De hecho, algunas personas han dudado de este evento con diferentes teorías y lo han negado. Ante esta realidad, el apóstol Pablo les advirtió del este peligro a los Corintios diciendo que, si Cristo no resucitó, entonces su predicación era vana, al igual que la fe de ellos, pues aún estaban persistiendo en sus pecados (1 Co 16:14, 17).
Como madres, pudiera parecernos intimidante presentar esta verdad a nuestros hijos. «¿Lo creerán? ¿Cómo se los explicaré? ¿Y si me hacen alguna pregunta que no sé cómo contestarles?» Pero, como creyentes, que confiamos en el evangelio de Cristo, necesitamos aceptar la autoridad de las Escrituras, y hacer uso fiel de ellas, para enseñarles esta verdad. En ese sentido, quisiera darte algunos consejos prácticos sobre cómo podemos enseñar a nuestros hijos acerca de la resurrección de Jesús:
Ora por tus hijos y ora con tus hijos antes de conversar de este tema
A veces pensamos en la oración como el último recurso; como algo que aplicamos cuando ya no sabemos qué hacer en nuestras fuerzas. Pero la oración debe ser el punto de partida, el primer lugar a donde vamos. Es ahí donde buscamos el respaldo que necesitamos en el Señor para que Él guíe y confirme la obra de nuestras manos. Es Dios quien da sentido y fruto a todos nuestros esfuerzos por enseñar a nuestros hijos.
Podemos creer que estamos muy preparadas teológicamente y que conocemos diferentes técnicas de enseñanza por edades, pero si Dios no interviene en la mente y en el corazón de nuestros hijos, nuestro trabajo será en vano. Necesitamos que Él bendiga cada una de nuestras estrategias de mamá-maestra. Así que, primero lo primero: oremos al Señor para que prepare el terreno de sus corazones; que abra sus ojos y oídos para ver y oír; y que les dé la fe que necesitan, para creer en la resurrección y en sus implicaciones para sus vidas.
Sin esa obra de Dios, será imposible toda explicación por muy elocuente y coherente que parezca. Sólo Dios puede revelarse a sus vidas para creer y recibir estas verdades. Confiemos en Él.
2. Lee la historia de la resurrección en la Biblia junto a tus hijos
Vayan juntos a la Palabra y lean en los evangelios lo sucedido sobre la muerte y la resurrección de Cristo. Busquen en la verdad misma de las Escrituras, en la narración y las evidencias de estos hechos. Toda la Palabra es inspirada por Dios y es suficiente e inerrante. Eso significa, que la forma en se nos narran estos acontecimientos en la Palabra, es la forma en que el Señor decidió que se nos presentaran. Dios determinó que esto es lo que nosotros necesitábamos saber y, la forma en que está escrito, es la manera ideal y apropiada en que debemos oír y conocer este mensaje.
«Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.» (Dt. 29:29).
Sabemos, desde el Antiguo Testamento, que es un deseo del corazón del Señor, que enseñemos Sus estatutos a nuestros hijos, de generación en generación. El mensaje del Evangelio, es inmensamente profundo y rico en perlas preciosas y diamantes de sabiduría, verdad y gracia, y puede ser, al mismo tiempo, presentado de una forma entendible y clara a nuestros hijos. A veces nos cohibimos porque pensamos que hay cuestiones demasiados profundas que no entenderán. Pero nuestra misión es hablarlas a sus oídos, y el Señor se encargará, de hacerles entender en su corazón lo que quiera revelarles.
Ellos entienden mucho más de lo que imaginamos. Todas esas semillas de verdad, que ahora permanecen ocultas, pueden ser una cosecha de salvación que un día veremos, pues la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios (Ro. 10:17).
3. Usa maneras creativas de presentar la resurrección, sin negar las Escrituras.
Algo que es muy útil, en el caso de nuestros hijos, es usar ilustraciones conocidas para ellos, a modo de esclarecer verdades más profundas. Por ejemplo, usar o crear historias de personajes de cuentos, héroes salvadores, etc.
Podemos aprovechar esas historias para hacer conexiones en cómo Jesús es el Héroe con mayúsculas de la Gran Historia y el Todopoderoso. Él ha vencido la muerte y nada ni nadie ha podido derrotarlo.
También podemos contarles cómo, en aquel momento, Sus discípulos celebraron Su victoria. y como hoy, todos Sus seguidores, nos gozamos de Su poder victorioso que venció la muerte y el pecado.
También Por otro lado, podemos apoyarnos de canciones para adorar a Dios por la resurrección, de juegos, dibujos y escritos, que pueden hacer servir para ilustrar o narrar con sus propias palabras la historia de la resurrección. Estos recursos nos ayudarán a que las enseñanzas se fijen mejor en sus mentes y corazones.
4. Escucha sus comentarios y preguntas
Dales un espacio para absorber el contenido recibido, y busca incentivarlos a hacer sus preguntas y comentarios. Mantente abierta a sus dudas y observaciones, y dispuesta a buscar juntos las respuestas necesarias; mientras le guías a aceptar por fe todas las evidencias bíblicas, aunque no entendamos detalles que el Señor no decidió dar.
5. Háblales acerca de lo que la resurrección representa para sus vidas, si creen en Cristo
Algo muy significativo e impactante de la resurrección es, que no es un evento histórico pasado, y aislado, de nuestras vidas presentes y futuras. Si estamos en Cristo, la resurrección impacta todo lo que somos hoy y todo lo que seremos (Ro 6:5; 1 Pe 3:21).
Explícale a tus hijos lo que implica que Cristo resucitó. Poner la fe en Jesús representa que morimos juntamente con Él en Su muerte y en Su resurrección, resucitamos a una nueva vida, Su vida en nosotros. Ahora estamos unidos a Él y todo lo que es cierto de Cristo, también lo es de nosotros por la fe. Somos nuevas criaturas, amadas por Dios. (2 Cor. 5:17). Nuestros pecados han sido perdonados y ya no tenemos condenación. Aunque seguimos luchando con nuestra carne, ésta ya no tiene dominio sobre nosotros. (Ro. 8). Podemos vivir vidas transformadas en el poder de Su Espíritu. Hemos sido hechos libres del temor a la muerte y ahora tenemos esperanza de una vida eterna. Un día, resucitaremos con cuerpos glorificados como el de Cristo, para reinar y vivir por siempre con Él. (Ro 8:17; 1 Co 15: 35-57; He 2:14-18; 1 Pe 1:3-5).
Mamá, es mi oración que el Señor nos capacite al presentar la resurrección de Jesús a nuestros hijos. Que Él obre poderosamente en nosotras y en ellos para creer y vivir cada día en el poder de esa gloriosa resurrección; el mismo poder que hoy opera en Su pueblo. (Ef. 1:15-23). Sólo debemos ser seamos fieles en hacer nuestra parte. Más que en métodos ingeniosos o actividades, apoyémonos en una fe sencilla y anclada en Su verdad, que mira sólo a Cristo y depende del poderoso mensaje, que necesitamos oír y proclamar una y otra vez: el mensaje del Cristo crucificado y resucitado. ¡El Señor hará el resto!
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Diseños: Eunice Arcia
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