top of page

Newsletter: Un amor inmutable

Foto del escritor: Saray JaimesSaray Jaimes

«Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Ro 8:38-39).


El amor es uno de los atributos de Dios más poderoso e impresionante que puede existir en el mundo. 


  • Es un amor capaz de hacer posible lo imposible. De dar y perdonar aun sin merecerlo. 

  • Es un amor que no escatima y está siempre solícito a ser expresado. 

  • Es un amor que sobrepasa cualquier entendimiento humano. 


Sin lugar a duda, el Apóstol Pablo sabía eso a la perfección. Supo encontrarse más que vencedor en ese amor que Dios le dio, y estaba seguro de que nada lo iba a separar de Él. En mi caso, haber comprendido que el amor de Dios era suficiente para mí fue una tarea bastante complicada, pero no porque dudara de Su poder, sino porque mi capacidad espiritual era tan limitada que no me permitía comprender a plenitud Su suficiencia en mi vida. 


Hace un tiempo comencé el proceso para presentar la prueba de admisión en la universidad para poder estudiar medicina. El proceso ha sido largo y, ciertamente, bastante estresante (las que alguna vez han intentado hacer su prueba para ingresar a la universidad saben de qué les hablo). Sin embargo, de alguna manera esta carrera se ha vuelto ligera cada día. Descubrí que no voy sola en este camino y que, por más tormentoso que parezca, el amor de Dios siempre está listo para abrazarme y darme la seguridad de que, ante cualquier circunstancia, Él siempre estará conmigo. Por eso, hoy quiero compartir contigo dos consejos que me han ayudado a ver el amor de Dios como un motivo para sentir paz:


Sentirme segura en Sus palabras


Pase lo que pase, debes estar segura de que Dios nunca te dejará de amar. Si intentabas entrar a la universidad con el propósito de estudiar una carrera que te ayudaría a representar tu ministerio de la mejor manera y no logras pasar, no te sientas mal, porque incluso así Dios no cesará de demostrarte cuánto te ama. Además, recuerda que una carrera tampoco debe definir tu amor, fidelidad y obediencia hacia Él. No necesitas impresionarlo con lo que haces. Él ya te ama desde antes de la fundación del mundo.


Querida lectora, el mismo amor de Dios debe darte la seguridad de que nada te va a separar de Él: «[…] ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios». Nada humano o espiritual tiene el poder de separarte de Dios. Por eso vemos a Pablo tan convincente con sus palabras; tanto que utilizó hasta términos astronómicos, como el punto más alto y el punto más bajo en el recorrido de una estrella, para dar a entender que nada en el camino de la vida, de principio a fin, puede separarnos de Su amor. Por el contrario, se hace más latente cada día. 


Pensar que no es por mí, es por Él 


Muchas quizás han sentido miedo porque han creído que si fallan en elegir una carrera, o incluso la universidad, Dios las dejará de querer y se decepcionará porque demuestran falta de seguridad o carácter a la hora de tomar una decisión tan importante como ésta. Sin embargo, puedo decirte con toda seguridad que nada está más lejos de la verdad que eso. Dios no mide la magnitud de Su amor y fidelidad hacia Sus hijos por lo que nosotras hagamos. 


«En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados» (1 Jn 4:10). Cuando supe y entendí que el amor de Dios no requería de mis esfuerzos para hacerse manifiesto en mi vida, descansé. Que Él nos haya amado primero es lo mejor que nos pudo haber pasado. Si Su amor hubiese tenido un estándar para poder ser expresado en otros, sé que jamás lo hubiésemos logrado; nuestra naturaleza lo hubiese impedido (Ro 3:9-12). Pero no es así, Su amor no necesita de ningún esfuerzo humano para que lo podamos ver en nuestra vida; es tan inmutable como lo es Él, y qué alegría que así sea. 


Te animo, querida lectora, a que juntas sigamos descansando en la perfecta obra del amor de Dios en nuestra vida. Cuando tengas miedo de fallar, recuerda que tienes un Dios que nunca cambia. Tienes un Padre que te ama y te espera con Sus brazos abiertos para demostrarte todo Su amor, y no por algo que hayas hecho, sino porque esa es Su naturaleza: ser inmutable en todas Sus cosas. 


¡Que el amor de Dios siempre te dé la seguridad de que nunca estás sola, ni siquiera en la universidad!


 

Descarga este newsletter a continuación:




Escrito por Saray Jaimes

Diseño: Berenice Souza

1 Comment


Yaz
Jan 24

Que precisa y hermosa descripción de lo contenido en la porción bíblica de Ro 8:38-39. Gracias Ella Florece!!!!

Like
  • Facebook
  • White Instagram Icon
© 2024 Ella Florece Internacional
bottom of page