Por Madai Sotomayor
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Mateo 22:37
¿A cuántas de nosotras nos gustan las papas fritas?
A mí me encanta comerlas acompañada de una hamburguesa de una de las cadenas mas grandes de comida rápida. Es un gusto culposo, que muchas de nosotras hemos disfrutado por unos cuantos minutos, hasta que terminamos nuestras papas fritas y pensamos en las consecuencias que hacen en nuestros cuerpos.
En 1902, en la ciudad de Filadelfia, dos empresarios estadounidenses abrieron el primer restaurante de comida rápida llamado: “Automat”. Con tan solo una barra, 15 taburetes, una máquina despachadora de alimentos y sin ningún mesero, innovaron esta nueva forma de comer, que nombraron, fast-food (Comida rápida). Los comensales solo necesitaban elegir del menú su comida favorita, introducir unas cuantas monedas y en cuestión de segundos obtenían su alimento. El restaurant causó gran aprobación de los comensales y el crecimiento fue exponencial. El restaurant tenía 2 características que inspiraron a otros empresarios a abrir otros restaurantes con las mismas características. El servicio era rápido y también barato, pero, detrás de toda esta idea multimillonaria, se escondían secretos inimaginables en sus recetas.
Hoy en día, la mayoría de nosotras podemos nombrar por lo menos 3 cadenas de comida rápida en nuestros países, sabemos que, a pesar del servicio rápido y los costos bajos, esta comida no aporta nada positivo a nuestros cuerpos, no tiene nutrientes que otras comidas nos aportan, sino, todo lo contrario, pueden traer enfermedades crónicas en cada una de nosotras.
Rápido y barato
Y no se adapten a este mundo[a], sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto. Romanos 12.2
Espera, espera esta no es una clase de historia de la gastronomía, pero está forma de comer alimentos (fast-food) no solo es una práctica alimenticia. Muchas mujeres, sin darse cuenta o quizás muy conscientes, se acercan a la palabra de Dios de la misma forma: rápidamente, sin mucho esfuerzo y sin profundizar en la Escritura.
En mis primeros días como creyente, no sabía cómo acercarme a este hermoso Libro, más aún porque estaba una versión del español antiguo (ReinaValera60). En el que se habla de otra cultura completamente diferente a la mía, con palabras difíciles de entender, con autores de diferentes épocas, diferentes personalidades, diferentes contextos históricos y sociales, etc, etc, pero quienes habían escrito fielmente la revelación del Espíritu Santo de Dios, el Autor.
¿Saben? Cuando Cristo me salvó, el Espíritu Santo. me impulsaba a comenzar a leer su Palabra, pero mis acercamientos eran rápidos y nada profundos. En muchas ocasiones leía la biblia al azar, la abría y pensaba que lo primero que me encontraba era lo que Dios me iba a decir en ese día.
El problema de leerla de esa forma era que leía pasajes al azar, sin leer y mucho menos entender el contexto que les rodeaba; además, ignoraba el tipo de literatura que leía, en ese tiempo desconocía de todas esas reglas de lectura.
Yo no tenía una estructura, no tenia una secuencia, no había un orden. Después conseguí un librito devocional, allí el autor abordaba un texto de la biblia y escribía una historia de la vida relacionada con el texto, al principio, me ayudó un poco, pero me estaba perdiendo de un gran banquete.
Piénsalo de esta forma: es como cuando alguien come un trozo grande de un corte Ribe eye, y me dejará solo migajas. Me engañaba a mi misma al pensar que mi estudio de la Biblia era provechoso y abundante, lo cierto es que mi espíritu necesitaba cada vez más, yo no podía seguir así.
Necesitamos Orden y método.
Porque, ¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla. Lucas 14:28
Necesitamos un orden, no abrimos nuestros periódicos por las mañanas a la mitad, o al ultimo, sino que empezamos por el principio y así consecutivamente para entender todo el hilo de pensamiento que viene en el periódico. Así también, no podemos pretender leer versículos separados de su contexto y entender qué fue lo que el autor quiso decir a sus lectores verdaderamente. Y, peor aún, sacar de un solo versículo una falsa interpretación, porque no hubo un estudio previo del texto. ¡Este ha sido el caso de muchas falsas enseñanzas!
Necesitamos un método, cada vez que compramos algún electrodoméstico para nuestro hogar viene un librito pequeño, con instrucciones sobre el producto, nos advierte qué no hacer y qué evitar. Nos enseña cómo utilizar todas las funciones posibles. Es recomendable utilizarlo para sacar el mejor provecho y evitar desastres en nuestros productos ¿verdad que sí?
Método inductivo:
Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar. Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento [ cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento. 1 Corintios 14:13-15.
Inductivo significa partir de los detalles específicos hacia un principio general.
El estudio inductivo de la Biblia es un método de estudio que procura ser objetivo e imparcial en su examen del texto de las Escrituras. En general, el método inductivo requiere que los estudiantes de la Biblia sigan tres pasos en su proceso de estudio: observación, interpretación y aplicación.[1]
Cabe resaltar que este método no podremos llevarlo a cabo en 10 minutos, se requiere de disposición y constancia para poder llevarlo a la practica en nuestro estudio diario y sustancioso. En cada paso tenemos algunas preguntas que nos ayudarán a entender a profundidad la esencia de cada libro que estudiaremos.
Observación: ¿Qué dice el texto?
En este paso, pónganse los lentes de la cosmovisión de personas que vivieron en un marco histórico completamente diferente al tuyo.
No elijas pasajes al azar, elige un libro y léelo por lo menos en 1 ocasión, selecciona los párrafos a estudiar del libro y vuélvelos a leer.
Determina ¿qué género literario es?: Evangelio, epístola, poético, sapiencial, profecía, etc.
¿Quién escribió el libro?
¿En qué fecha se escribió el libro?
¿A quién va dirigido el libro?
Enumera las palabras repetidas.
¿Hay alguna duda o palabra que es difícil entender? ¿Alguna que nunca había visto antes?
¿Qué te dice el pasaje del: ¿Padre, Hijo y del Espíritu Santo?
Interpretación: ¿Qué significa?
En esta sección recuerda ponerte en las sandalias de los primeros lectores y con la segura ayuda del Espíritu Santo, sé diligente en llegar a comprender el mensaje que el autor quiso dar a entender a sus lectores originales.
¿Cuál es el tema central del pasaje?
¿Cómo se relaciona con los versículos anteriores y los que le siguen?
¿Hay referencias cruzadas que puedan responder tus preguntas? ¿En otros libros de la Biblia?
¿Cómo te apunta al Evangelio el texto que lees?: Atributos, carácter, obra de Jesús.
¿Cómo el pasaje encaja en toda la historia de la Biblia?
¡Resume el pasaje con tus palabras!
Aplicación ¿Cómo debo responder?
En esta sección, mírese en un espejo y observe ¿Cómo tu vida diaria se contrasta con lo aprendido?, ¿Cómo se unen los acontecimientos del pasado en tu vida hoy? El Espíritu Santo te guiará a toda verdad y al arrepentimiento.
¿Qué te guía Dios hacer después de lo aprendido?
¿Hay alguna área de tu vida que necesite confesión y arrepentimiento?
¿Cómo aplicas las verdades de la palabra de Dios a tu vida hoy, en este mismo momento?
¿Hay un versículo que necesito memorizar?
Oración
Adora a Dios por quién es Él
Confiesa tu pecado
Ten un corazón agradecido por sus misericordias, se renuevan día a día.
Aprendamos juntas otro método de estudio que te servirá para ser una lectora que ame vivir en la Palabra. Su nombre es el: Taco. Este es un método de estudio Bíblico, que es una traducción y adaptación del método “SOAP”. Que fue una adaptación del método inductivo.
Texto:
No escoja pasajes al azar. Escoja un libro y léalo por párrafos o secciones.
Apuntes:
¿Qué dice el pasaje?
¿hay algo que no entiendo?
¿Qué dice sobre el carácter o la persona de Dios, Jesús, y el Espíritu Santo?
¿Qué dice acerca del hombre? ¿acerca de mí?
Observe y tome notas
Compromiso
¿Cómo obedezco estas verdades?
¿Hay algo por lo cual alabar o agradecer a Dios?
¿Hay un pecado que evitar o confesar?
¿Hay una promesa en la cual debo confiar?
Según el pasaje ¿Cómo puedo ser una mejor seguidora de Cristo?
¿Hay un versículo que necesito memorizar?
Oración
Confesión
Alabanza
Súplica
Agradecimiento
Recuerda, querida amiga, el corazón no puede amar lo que la mente no conoce. -Mujer de la Palabra Jen Wilkin
[1] Lawrence O. Richards y Gary J. Bredfeldt, Enseñemos la Biblia creativamente (Miami, FL: Logoi, Inc., 2001), 89.
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