top of page

Newsletter: ¿Cómo podemos hacer actividad física entendiéndose como un medio de gracia?

Cierra los ojos y piensa en tres disciplinas espirituales. 

¿Listo? Abre tus ojos. ¿Alguna de las que pensaste fue la actividad física? 

¡Sí! Pero no te escandalices, antes de eso y dejar de leer, quisiera que pienses en el concepto de «disciplina espiritual». ¿Sabías que se refiere a medios de gracia dados por Dios para que lo disfrutemos y lo adoremos a Él? No solo son las consideradas «actividades espirituales», sino todo aquello que nos lleva a adorar a Dios, a conocerlo y entregarle nuestro corazón a Él. 


Entonces, teniendo esto en cuenta, ¿cómo podemos hacer actividad física entendiéndose como un medio de gracia?


Haciéndolo como un servicio a Cristo


El capítulo 3 de Colosenses nos habla de la consecuencia de vivir una vida como resucitados, de cómo luce la vida cristiana al vivir nuestra vida en unión con Cristo. Los versículos 23-24 nos dice: «Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres. Pues ya saben que, en recompensa, el Señor les dará parte en la herencia. Porque ustedes sirven a Cristo, que es su verdadero Señor». 


Cuando mi foco no está en mi misma, en verme mejor, en cumplir ciertas metas; sino en el Señor, quien es mi verdadero dueño, encuentro gozo porque estoy obedeciéndole en ser una buena administradora de los recursos físicos que Él me ha entregado. 


Antes de entrenar, caminar, comenzar una nueva actividad debo examinar a quién estoy sirviendo y agradando. Preguntarme ¿En dónde está mi gozo? Si está centrado en mí, debo arrepentirme y buscar la recompensa en el Señor. 


Haciéndolo para la gloria de Dios 


Qué difícil es ver que, algo que a simple vista parece tan secular e insignificante, en realidad es para la gloria de Dios. Esto nos muestra que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar. 


Como dice 1 Corintios 10:31: «En todo caso, lo mismo si comen, que si beben, que si hacen cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios» (DHH).


La meta de mi actividad física debe ser glorificar a Dios con mi cuerpo, específicamente con mi estado físico. No quiere decir que mi meta sea tener un cuerpo escultural, sino que cada actividad que haga tiene que estar entregada a reflejar a Cristo. 


Disfrutando de la compañia del Señor 


Me emociona ver la cantidad de versículos que encontramos en la Biblia acerca de cómo Dios invita a Su Pueblo a disfrutar de Él. Uno de mis favoritos es Apocalipsis 3:20: «Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos».


Aquí se utiliza la metáfora de la cena porque éste es un tiempo de intimidad, de charla, de deleite. Puede que al principio no disfrutes mucho hacer deporte o ir al gym, pero fuimos creados para que, con el tiempo, nuestro cerebro genere endorfinas que nos hacen sentir placer. Por lo tanto quisiera animarte a invitar al Señor a tu tiempo de caminata, conversa con Él, aprecia Su creación. Incluso si no haces actividad física al aire libre, de camino al lugar que asistas o en tu propio hogar, haz lo mismo. Aprovecha ese tiempo para agradecer la oportunidad y la salud que Dios te regala para cuidar tu cuerpo. Porque ¿qué puede ser más gratificante que compartir con el Señor algo que Él mismo creó?


La actividad física no se trata de nosotras sino del Señor, del regalo que Él nos da, de los recursos que nos permite tener, como el tiempo, la salud y el dinero, y de los paisajes hermosos que podemos mirar al aire libre. Así que te invito a que, cada vez que te ejercites, agradezcas e involucres al Señor y le des gracias por todas las  bendiciones que vas a disfrutar al ejercitar tu cuerpo, principalmente, el ser transformada al carácter de Jesús. 


 

Descarga este material para estudiarlo y compartirlo. Es gratis




Diseño: Gabriela Rodríguez

 
 
 

Comentarios


  • Facebook
  • White Instagram Icon
© 2024 Ella Florece Internacional
bottom of page