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El evangelio de la gracia de Jesús siempre ha sido el corazón de la Reforma

Foto del escritor: Karla Martínez Karla Martínez

Hermana, el eje central de este blog es la Reforma protestante. Durante todo este el mes de octubre hemos conocido la influencia que este destacado suceso histórico tuvo en su momento. Pero ahora, resultará interesante enfocarnos en responder cuál es la influencia que la Reforma continúa teniendo en el cristianismo actual.


Ya vimos que la Reforma influyó en la religión siglos atrás, dividiendo la cristiandad occidental en dos grandes ramas: la católica apostólica romana y la iglesia protestante (dentro de la cual encontramos el luteranismo, el calvinismo, el anglicanismo y el presbiterianismo). De la misma manera sigue influyendo en la religión actual: reformando e iluminando el corazón de hombres y mujeres con la verdad del evangelio revelada en la Palabra de Dios.


Así como lo lees: Dios sigue eligiendo a personas para que levanten la voz y proclamen Su Palabra. Incluso antes de Martín Lutero, leemos en el libro de los Hechos que, en los inicios de la iglesia primitiva (Hch 17:11), los bereanos eran diligentes en escudriñar las escrituras para conocer la verdad y no ser engañados por cualquier viento de doctrina (Ef 4:14).


Por esta razón, el evangelio de la gracia de Jesucristo siempre ha sido, es y será el corazón de la Reforma. Una Reforma que hoy en día sigue causando división dentro de las mismas religiones. Pero esta división en verdad permite apreciar claramente a personas que no se conforman con oír lo que otros les predican, sino que se han empeñado en descubrir la Verdad de las Escrituras y, cuando finalmente la encuentran en Jesús —quien se ha revelado a sí mismo en las páginas de la Biblia—, sus vidas son transformadas y llevan Luz a otras vidas.


Hermana, ten por seguro que Dios sigue reformando y resplandeciendo con la luz del evangelio las mentes y corazones de personas alrededor del mundo para venir al conocimiento de la verdad (1 Ti 2:4), sin importar sus congregaciones y/o denominaciones.


La consigna clásica de la Reforma nos resume la influencia que ésta sigue teniendo en la actualidad: «Ecclesia reformata semper reformanda est secundum verbum Dei», que significa: «la iglesia reformada y siempre reformándose de acuerdo con la Palabra de Dios».


Así que, nunca lo olvides, un corazón reformado es aquel que se somete a la Verdad del evangelio revelada en las Escrituras; y que se rinde a los pies de Aquel que es el único Camino, la única Verdad y la Vida (Jn 14:6), como resultado de haber tenido un encuentro con Él a través de Su Palabra.


«La exposición de Tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos» (Sal 119:130).


«Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra» (2 Tim 3:16-17).




Diseños: Valeryn Adam

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